Sexo anal: ¿sí o no?
Amigas tomando unas chelas bien frías, ya hablaron de todo y de nada y una saca el tema: sexo anal. Automáticamente las opiniones se dividen en forma drástica: una lo disfruta un montón y lo practica bastante seguido, dos lo padecen y solo lo practican o lo practicaron alguna vez por «obligación» para satisfacer los deseos de sus parejas y la cuarta las mira horrorizada y dice que ni siquiera se plantea practicarlo.
¿Cuál es la razón de tanta divergencia?, ¿qué mitos y miedos hacen que parezca una práctica solo para homosexuales o mujeres experimentadas?
Seas la amiga que seas de esta historia, trataremos de dilucidar estas cuestiones porque el cuerpo es un gran lienzo erótico y disfrutarlo en su totalidad es placentero.
Entonces… ¿la gente practica el sexo anal?
¡Obviooo!, hay hasta estadísticas y todo, actualmente es practicado no solo por parejas homosexuales sino también por heterosexuales.
El 40% de los heterosexuales lo ha practicado aunque sea una vez y se cree que entre el 10 y el 20 % de los heterosexuales lo practican con regularidad.
Vayamos a lo interesante
No tienes experiencia en este rubro pero te llama la atención y has escuchado a muchas amigas y amigos contar historias macabras pero también placenteras, según como les haya ido a cada uno al practicarlo.
Entonces… ¿qué estás esperando? Solo nos arrepentimos de lo que no intentamos y el mundo es de los valientes.
Pero no se trata de tirarse de cabeza sin saber donde vamos, vayamos paso a paso y pensemos en qué cosas son necesarias para que la experiencia sea tan buena que nos den ganas de repetirla.
¿Cómo prepararse para el sexo anal?
Obviamente esto no es una receta de cocina: tome un poco de esto, otro de aquello, revuelva y ya.
Pero si hay ciertas consideraciones que hay que tener en cuenta:
- Confianza y consentimiento: no es que necesites estar con el «amor de tu vida», ni que necesiten conocerse durante determinada cantidad de tiempo, pero siempre es bueno poner en modo ON nuestra intuición y detectar si podemos confiar en que la persona a la que le daremos la posibilidad de penetrarnos es capaz de respetar nuestros deseos. No sería la primera vez que en el calor del momento lo que empezó siendo agradable empieza a producir dolor, ese es el momento en el que se debe poder decir «NO». Obviamente, para eso, debemos estar en uso de nuestra capacidad de consentir y la otra persona debe escucharnos y respetar nuestra decisión.
- Lubricación: el ano no es una vagina, por lo tanto, no existe lubricación natural en esa zona y deben utilizarse sustancias que ayuden a lubricar el paso del pene o el juguete sexual que hayamos elegido.
- Paciencia: es importante comenzar la dilatación lentamente, para ello se pueden utilizar los dedos mojados en lubricante y de a poco ir incorporando cada vez más dedos (con guantes de látex) o incluso juguetes sexuales. Si duele se debe parar y tratar de nuevo con más suavidad. «Con paciencia y saliva el elefante se la metio a la hormiga» 😜
- Protección: ¡sí o sí hay que utilizar condones!. El ano y el recto son zonas llenas de bacterias y además son propensas a desgarros y abrasiones (por más cuidado que se tenga) por lo que es más fácil contagiarse de enfermedades de transmisión sexual.
- Nunca alternar la penetración anal con la vaginal sin cambiar el condón, pues se puede provocar una vaginosis bacteriana.
- Higiene: acá llegamos a la segunda razón por la que muchas mujeres odian el sexo anal (la primera es el dolor), siempre que haya penetración anal existe la posibilidad de que la maloliente 💩 haga su aparición. Para evitarlo se pueden tomar ciertas precauciones: ir al baño antes de tener relaciones, no abusar del café y el alcohol o, más extremo, realizarse una limpieza anal por medio de una enema.
SUGERENCIA ten siempre una toalla a mano para minimizar los riesgos. Una de mis experiencias más bizarras fue tener sexo anal en un carro… ¡no quieras imaginarte cómo quedó ese carro! Creo que me llevó tres días limpiarlo y sacar el olor 😱.
Algunas técnicas como para iniciarse (sin llegar a la penetración)
- Superficial: consiste en toques superficiales con los dedos, el pene o algún juguete sexual pero solo alrededor del orificio anal.
- Poca profundidad: penetración pero solo muy pocos centímetros, si fuera con un dedo sería más o menos hasta donde termina la uña.
- Emparejamiento: tocar el ano o penetrarlo superficialmente mientras se penetra la vagina o se estimula el clítoris.
- Beso negro (también llamado anilingus): es la estimulación del ano con la lengua o la boca. La higiene es fundamental y también la protección, puede armarse un campo de látex con un preservativo cortado en forma de rectángulo.
Mejores posiciones para el sexo anal
Lo ideal sería que la persona que va a ser penetrada elija la posición que le es más placentera (a fin de cuentas va a ser quien esté más expuesta), pero para eso debemos conocer cuales son las mejores opciones. La práctica hace al maestro y, si nunca lo intentaste, te sugerimos que comiences por una postura que te permita tener el control.
NIVELES DE DIFICULTAD
- Principiante 💚
- Lo has hecho ya alguna vez 💛
- Lo practicas seguido y tienes experiencia ❤️
Veamos entonces:
- NIVEL DE DIFICULTAD 💛 (La amazona): esta posición suele causar poco dolor, la persona penetrada tiene el dominio sobre la velocidad y la profundidad (esta postura permite una penetración profunda si se desea). Te vas a sentar sobre el pene (mientras la otra persona esta acostada boca arriba) puede ser de frente o de espaldas. Si lo haces de frente vas a poder ver y tocar a la otra persona, besarla y rozar tus pechos sobre su pecho. Si te sientas de espaldas, va a tener una placentera visión de como el pene (o también podría ser un juguete con arnés por ejemplo) entra y sale del ano.
- NIVEL DE DIFICULTAD ❤️ (El «perrito»): en esta posición la abertura anal suele estrecharse por lo que puede ser más dolorosa. Creo que esta postura es la más conocida y ni hace falta explicarla, pero por las dudas, te pones boca abajo apoyada en tus antebrazos y rodillas y tu pareja se coloca y te penetra a tus espaldas, bien parado o de rodillas. Este es el que lleva el ritmo y tiene el control de la profundidad.
- NIVEL DE DIFICULTAD 💚: Te acuestas boca abajo estirada y la otra persona igual encima tuyo. La penetración suele ser menos profunda, por lo que es una buena posición para empezar.
- NIVEL DE DIFICULTAD 💚 (Cucharita): La profundidad es muchísimo menor y puede que el pene se «escape» del ano con facilidad. Se van a colocar ambos de costado y es una postura de mucho contacto físico y permite que te estimule de muchas formas distintas porque va a tener, por ejemplo, sus manos libres y muy cerca para usarlas en el resto de tu cuerpo.
- NIVEL DE DIFICULTAD ❤️(Parados): Te vas a inclinar un poco hacia adelante (te puedes apoyar en la pared por ejemplo) y tu pareja detrás y a darle.
Ahora elige con cuál empiezas….
Lubricantes: ¡sí o sí!
Lo importante es recordar siempre que el ano no se lubrica naturalmente, no tiene glándulas que provoquen este efecto (como sería el caso de la vagina), por lo tanto, para evitar abrasiones y fisuras deben utilizarse siempre lubricantes.
¿Cuáles son los mejores?
Pueden usarse lubricantes de base acuosa, pero los mejores son los que están hechos a base de siliconas (chécalo en sus ingredientes). Estos son suaves, calientes al tacto, no se evaporan tan fácilmente y son compatibles con cualquier tipo de condón.
Cuando usen el lubricante no lo coloquen únicamente en el ano sino también sobre el pene, los dedos o el juguete sexual que vayan a utilizar.
Y ¡muy importante! recordar que si se utilizan juguetes sexuales estos deben tener un tope, no sería nada divertido terminar la noche en la guardia de un hospital para que te extraigan un cuerpo extraño del recto. ¡Créeme!, como médica, sé lo que digo, no debe usarse cualquier cosa como sustituto, circulan muchas historias sobre desodorantes, pepinos y otras rarezas 😱
Algunos términos relacionados que quizás hayas escuchado pero no sabes exactamente que quieren decir
Fisting
Es la introducción de un puño o incluso todo el brazo dentro del recto de la persona. Obviamente que es una práctica que requiere de una gran excitación y puede ser potencialmente riesgosa. Se pueden provocar desgarros y roturas del esfínter. También tiene más posibilidades de contagiarse de infecciones de transmisión sexual ya que el sangrado puede ser importante.
Pegging
Es una práctica que consiste en un intercambio de roles. La mujer penetra al hombre usando un juguete sexual (generalmente un arnés que va abrochado a su cintura). Las mujeres pueden recibir estimulación de su clítoris con la base del dildo o usar un dildo doble para penetrarse vaginalmente al mismo tiempo. También se puede usar un vibrador sobre el clítoris.
Mitos sobre el sexo anal
Solo los hombres homosexuales disfrutan el sexo anal
Evidentemente que esto no es así, pero algunas mujeres aún tienen un poco de temor a incursionar en esta práctica por todo lo que hemos dicho antes. En algunas poblaciones de la antigüedad se lo utilizaba como método anticonceptivo.
También los hombres heterosexuales pueden disfrutarla, aunque muchos varones piensan que si disfrutan de esta práctica eso los convierte inmediatamente en homosexuales. ¡Perdóname mi ciela! pero esto solo responde a un estereotipo cultural y como todos los estereotipos pueden ser analizados y cuestionados.
Es más placentero que el sexo vaginal para los hombres
Quizás esta idea provenga del hecho de que el ano es más estrecho y no se dilata, pero el placer no depende del agujero que se use sino de muchos otros factores más.
No existe el orgasmo por penetración anal
Tanto en mujeres como en hombres puede existir un orgasmo relacionado con esta práctica. El placer es algo muy subjetivo y depende de múltiples factores, no solo físicos sino también psicológicos.
En los hombres se produce una estimulación directa de la próstata o punto G, que podría llevar al orgasmo, por lo tanto opinamos que no deberían hacerle casos a estereotipos sociales y animarse a experimentar.
Es una práctica sucia
Evidentemente que puede haber «accidentes» pero no es tan trágico ni sucede siempre.
Se puede tratar de limitar el consumo de café y alcohol, no comer dos horas antes, tratar de evacuar antes del encuentro e, incluso, se puede realizar una limpieza anal con una enema.
La primera vez siempre duele
¡Esto no tiene por qué ser así!, sólo se necesita un buen grado de excitación, relajación, lubricación y calma, de esta forma hasta la primera vez puede ser placentera.
Transmite más infecciones
El sexo anal debe realizarse con condones, si no se los utiliza pueden tenerse infecciones, ya que el recto está lleno de bacterias.
Las mujeres pueden tener infecciones urinarias si se alterna entre el ano y la vagina sin cambio de condón entre una y otra práctica.
El sexo anal es inmoral
¿Según quién? Para la moral judeo cristiana el sexo anal era considerando el «vicio nefando», pero en otras culturas el sexo anal era símbolo de estatus y dominación.
Un poco de historia
Evidentemente en la prehistoria no existían tabúes y en muchas pinturas rupestres se ven personas manteniendo relaciones anales e incluso excitando el ano de sus compañeros con la lengua (¿o creíamos que el «beso negro» lo habíamos inventado nosotros?).
También en América, en sociedades prehispánicas, se han encontrado esculturas manteniendo relaciones anales.
En el noroeste de México donde vivía la cultura Tlatilco existen estatuillas en poses sexuales que datan del año 1000 a.C.
En Perú la civilización mochica nos ha legado estatuillas que datan del año 700 a.C.
En la antigua Grecia las relaciones homosexuales eran no solo permitidas sino hasta bien vistas, ya que las relaciones con mujeres solo eran para la procreación. El placer era entre hombres, los más jóvenes eran los penetrados porque se trataba de una relación de poder. Los mayores ayudaban a sus amantes compartiendo con ellos su sabiduría.
En Roma no estaba bien visto tener relaciones anales con alguien de la misma clase social, pero sí se lo practicaba con esclavos
En la Edad Media y con el avance de la Iglesia todos los actos sexuales que no estuvieran destinados a la procreación fueron prohibidos.
Por otra parte se creía que los pactos con el diablo se sellaban con relaciones anales.
A partir de allí la mayoría de las religiones han condenado su práctica. Por un lado por no ser una práctica tendiente a la procreación sino solo para el placer y por otra parte por considerarla sucia e impura.
¿Y tú? ¿Qué piensas? ¿Lo has practicado o todavía es una asignatura pendiente?
Excelente información. 👏🏼👏🏼👏🏼
Gracias Vero, viniendo de vos es un gran halago
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