Un par de torturas no tan conocidas: violencia, siempre violencia.
La violencia contra las mujeres ha tomados diversas formas a lo largo de los años, aunque muchas existen desde que la humanidad empezó a caminar por la tierra.
Nos referimos obviamente a los femicidios (matar a alguien por el simple hecho de ser mujer), la prohibición de ciertas actividades (recordemos que el derecho al voto costó sangre, sudor y lágrimas), la mutilación genital, la violación y tantas otras que serán tema de otros artículos porque estos son temas que merecen un análisis más detallado.
Imagínate un mundo en el que no pudieras dar tu opinión sobre nada importante, que solo pudieras intervenir en asuntos de la casa y los niños (y a veces ni siquiera sobre su educación), donde cualquier opinión contraria a lo establecido fuera mal mirada y hasta podrían llamarte bruja y donde la palabra de los hombres de tu familia (padres, hermanos, esposo) fueran la ley … lamentablemente no es un cuento de fantasía, fue real.
Las mujeres en ciertas culturas hemos avanzado mucho en estas cuestiones, aunque no en todos los países evidentemente, pero en la antigüedad existían algunas formas de castigar a las mujeres que nos alegramos han desaparecido, aunque de igual manera siempre aparecen nuevas, ¿no lo crees así?.
Hablaremos, en este artículo, de dos formas no tan conocidas de violencia contra las mujeres (que se suman a las que ya conocemos).
Scold’s bridle (o en una traducción muuuy libre: brida de regaño)
¿Qué clase de mujeres eran castigadas?
Las mujeres que sufrían este tipo de castigo tenían algunas características especiales: solían ser personas que decían cosas que los hombres no querían escuchar o hablaban en contra de las normas establecidas por la iglesia o eran chismosas.
Imagina si nos castigaran hoy día por esto, todas iríamos por la vida con un bozal (obviamente que a todas nos gusta a huevo el chismecito).
PERO YA, PONIÉNDONOS SERIAS, PORQUE EL TEMA LO AMERITA…
¿Qué significado tenía entonces ser considerada una “scold»?
Era una mujer que poseía una lengua maliciosa o causaba molestias por sus dichos, se peleaba con sus vecinos o, lo que era más preocupante, con las autoridades, eran revolucionarias.
También mujeres que se salían de las normas establecidas, desafiando a sus maridos o a los sacerdotes, y ya sabemos que los hombres siempre tenían la razón. 🙄😤
Muchas de las víctimas eran mujeres mayores, viudas o pobres (o todas estas cosas a la vez) que eran vistas como mujeres sin el control de un hombre o como una carga para la parroquia porque no eran productivas. Muchas de estas mujeres eran llamadas brujas y por eso eran dejadas de lado e incluso castigadas.
En la literatura también
Recordemos “La fierecilla domada” de William Shakespeare, que muestra como Catalina pasa de «arpía» a esposa deseable, transformándose en lo que un hombre quiere en una mujer: obediente, respetuosa y sin opiniones propias. No está muy lejos de lo que quieren algunos hombres en nuestra época, ¿no?
Por lo tanto era una forma de castigar y humillar a las mujeres que se atrevían a expresarse en forma ofensiva a las ideas aceptadas o usaban lenguaje abusivo.
También se las denominaba brida de las brujas o brida de las chismosas.
A pesar de que no estaba legalizada (como si esto alguna vez hubiera detenido a alguien) tanto la Iglesia como el poder feudal la usaron con miles de mujeres como forma de castigar el inconformismo y la desobediencia a las normas establecidas.
La iglesia creía que el castigo físico era la única manera de expiar los pecados. Sabemos que las religiones establecidas han tratado siempre de reprimir a través de callar a los rebeldes.
Este artilugio malévolo se usó mayormente en Inglaterra y Escocia.
¿Qué aspecto tenía?
Eran máscaras de hierro y poseían una pieza de 5 cm por 2,5 que se colocaba dentro de la boca para elevar la lengua contra el paladar, incluso algunas tenían púas y hojas cortantes que provocaban lesiones permanentes en la lengua.
Imagínate el dolor y la humillación que debieron sentir, sin poder hacer nada para evitarlo 😰.
Además de impedir el habla estas máscaras de tortura provocaban salivación extrema e incluso impedían que la persona se alimentase.
Luego de colocarles la máscara las mujeres eran paseadas y exhibidas en lugares públicos como forma de desalentar a las demás mujeres.
Algunas incluso llevaban cascabeles para anunciar el paso de la mujer por las calles y que la gente se enterara del castigo. Eso es conocido como el “paseo de la vergüenza” y era realizado con el consentimiento y compañía de su marido, quien le colocaba una correa de cuero alrededor del cuello y la llevaba como un animal.
Te sabes el «walk of shame» actual, que sería volver a tu casa en la mañana usando la misma ropa de la noche anterior …
Creo que podríamos suponer de donde esta inspirado, aunque lamentablemente no signifique lo mismo.
Estas mujeres eran sometidas a todo tipo de humillaciones: las golpeaban, las untaban con orina y materia fecal, las lastimaban generalmente en los senos y el pubis y lo peor de todo es que no eran solo hombres los que las sometían a estos abusos sino también mujeres.
Probablemente muchas mujeres se solidarizaban pero no sabían como rebelarse contra lo establecido. Por eso es tan importante la sororidad (Lo que le hacen a una, nos lo hacen a todas).
Originaria de Escocia (su primera mención data del año 1567) se usó entre los siglos XVI y XVII en Inglaterra, Escocia, Gales y Alemania y el tiempo en que debía ser llevada dependía de la decisión de un juez, pero podían ser días o incluso semanas.
Dorothy Waugh: un caso emblemático de la violencia
Dorothy Waugh era una mujer soltera de Westmoreland que abrazó las ideas de los cuáqueros (sociedad religiosa cristiana protestante) que se oponían a la iglesia establecida.
El alcalde de Carlisle la castigó por exponer sus ideas en el mercado, hablar en público era algo mal visto para una mujer y más cuando expresaba ideas en desacuerdo con lo aceptado socialmente.
Se dice que el castigo duró cuatro horas, se le dejó descansar un rato y luego se la sometió por cuatro horas más. Al finalizar fue expulsada de la ciudad.
No solo mujeres sufrían esta forma de violencia física
También se usó para castigar a aquellos delincuentes que habían sido sentenciados por el delito de injurias o, en el caso de los esclavos, para impedir que se suicidaran, porque los esclavos solían suicidarse comiendo tierra hasta asfixiarse y esta máscara se los impedía.
Cinturón de castidad: ¿un castigo o una fantasía?
En el imaginario popular el cinturón de castidad es representado como un calzón de hierro que tenía una cerradura ( y por lo tanto una llave y un dueño de esta) que se colocaba a las mujeres en la Edad Media para impedir que tuvieran relaciones sexuales.
Esto se lograba no solo por la incomodidad obvia sino porque los cinturones poseían púas a nivel del orificio vaginal que impedía la penetración, a no ser que el penetrador quisiera ver su pene seriamente lastimado.
En algunos casos era el marido el que se los colocaba a su esposa para evitar las infidelidades (pensando desde su cerebro machista que solo la penetración era tener sexo y en cierto modo asegurándose que los hijos fueran suyos), aunque eyacular en las proximidades de la vulva bien puede causar un embarazo.
Es algo a tener en cuenta cuando tu novio/pareja/amigo te diga que no te preocupes porque va a acabar afuera, deben existir muchos niños en este mundo que deberían llamarse «Acabé Afuera».
Volviendo a lo anterior a los hombres no se les ocurría que las mujeres se las iban a ingeniar para tener relaciones de todas formas, por supuesto (gracias a la ceguera de los hombres muchas mujeres han gozado del sexo sin que las descubrieran).
En otros casos eran los padres los que se los colocaban a sus hijos de ambos sexos para mantener la tan deseada y venerada virginidad (ya que nadie quería mercadería “dañada” antes del matrimonio).
Donde se explica la diferencia
En realidad no todos los cinturones de castidad eran tan extremos, ya que esta clase provocaba infecciones, heridas y la incapacidad de higienizarse adecuadamente, lo que teniendo en cuenta que la higiene ya era bastante pobre en esta época aumentaba las posibilidades de graves complicaciones. ¡¡Imagínense menstruar con un cinturón de castidad impidiendo higienizarse!! 😨😱
Se cree que los de hierro solo eran usados por maridos extremadamente crueles o en el caso de mujeres que ya habían sido infieles como una forma de castigo, osea que en realidad si era un instrumento de tortura.
Los más habituales eran acolchados y sin púas ni nada que pinchara.
En algunos casos sí eran las mujeres las que los utilizaban por propia decisión, pero no por largos períodos. Por ejemplo, las enfermeras y monjas que trabajaban en los campos de batalla para evitar ser violadas.
Un caso especial era el de las viudas que por su “propia” decisión podían hacer uso del cinturón. En realidad, se veían coaccionadas por la sociedad y la familia de su difunto marido por varias razones.
En principio podían amenazarla con quitarle parte de sus bienes, debido a que, si tenía un hijo de su matrimonio y luego quedaba embarazada de otro hombre, este segundo hijo podía quedarse con parte de lo que le correspondía al primogénito. Por supuesto ahí también ponía su granito de arena la iglesia que exigía a las mujeres ser castas y honradas.
¿Condón anti-violación?
En el año 2010 la doctora sudafricana Sonne Ehlers inventó un condón femenino (Rape-Axe) con unas tiras de plástico en su interior cuya finalidad es atrapar el pene.
A pesar de que existen muchos detractores de este invento también hay voces que lo recomiendan para regiones donde las violaciones son cosa de todos los días (como las zonas en guerra por ejemplo).
El cinturón de castidad, ¿existió o no? Distintas versiones
Numerosos historiadores han refutado esta idea del cinturón de castidad en la edad media alegando que no se encuentran referencias a ellos en los escritores de esta época como Bocaccio y Rabelais que escribieron sátiras eróticas y conocían muy bien todo sobre los celos, los engaños y las tretas utilizadas para engañar a los maridos y los amantes.
No se habla de ellos ni en el Decamerón de Bocaccio, ni en Los Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer, los libros más picantes de esa época.
El historiador experto en historia medieval Albrecht Classe, de la Universidad de Arizona, escribió en 2007 el libro “The medieval chastity belt: a myth making process» donde asegura que no hay pruebas de que estos artefactos se hayan utilizado en la Edad media.
La primera referencia data del año 1405 en un libro escrito por Konrad Keseyer (Bellifortis) que trata sobre algo tan lejano a este tema como las máquinas de guerra. En ese libro se cree que el autor quiso amenizar la ardua lectura con un chascarrillo acerca de un aparato destinado a proteger la honra de los maridos cuando se iban a la guerra y dejaban a sus mujeres por largos períodos de tiempo.
El museo británico tenía uno en exhibición pero decidió retirarlo porque lo consideró falso.
Época Victoriana: ahí sí
Pero, ¿esto quiere decir que los cinturones de castidad no existieron? ¡Pues no mi ciela!, porque lo que no hicieron los hombres del medioevo, sí los de la época Victoriana.
El mito sobre los bárbaros, incultos e incivilizados hombres medievales empezó en el Renacimiento como forma de denigrar las épocas pasadas y sentirse superiores.
Este pensamiento es recurrente a lo largo de la historia de la humanidad, cada generación creyendo que la anterior no sabía nada de la vida y que todo está por inventarse, sobre todo en cuanto a lo sexual.
El hablar sobre las prácticas sexuales del medioevo (fueran reales o solo una fantasía) permitía poner sobre la mesa el tema de la sexualidad. El siglo XIX fue una etapa en la que la pornografía comenzó a ser más visible aunque a veces se la trataba a través de la sátira y la risa.
Así, famosos escritores aseveran la existencia de los cinturones de castidad en la Edad media, por ejemplo Voltaire en su cuento “El candado” o Diderot y D’Alembert en su célebre Enciclopedia.
En la época victoriana si se fabricaron cinturones más refinados y delicados que se usaban por cortos períodos de tiempo. Un ejemplo eran los viajes en los que las mujeres los usaban para evitar las violaciones. También se los utilizaba como forma de demostrar el amor y fidelidad a su amado o para evitar que las solteras se masturbaran, ya que se creía que la masturbación era perniciosa y podía acarrear enfermedades, tanto mentales como físicas (obviamente en todo esto subyace alejar a las mujeres del placer y reprimir sus instintos naturales) suena bastante actual, ¿no es así?
Conclusión: ¿importa la existencia real o solo la idea?
Entonces, que hayan existido en la forma más horrible o solo en una versión light, lo que subyace en esto es la intención.
Y … ¿Cuál es la intención?
Lo mismo de siempre: ejercer dominio sobre las mujeres, en forma violenta o sutilmente pero siempre para callar lo que no se quiere oír.
¿Qué formas de violencia has sufrido en tu vida? ¿Qué cosas has callado y hubieras querido decir?
SI TE INTERESA LEER MÁS SOBRE EL TEMA:
1- «Padlocks And Girdles Of Chastity» de Alcide Bonneau
2- «Historia del satanismo y la brujería» de Jules Michelet
3- «La dominación masculina» de Pierre Bourdeu